¿Por qué deberías leer todos los días?
Los libros son un recurso imprescindible para su proceso formativo, les permiten imaginar, descubrir, viajar y conocer sobre el mundo que los rodea.
Se suele decir que no hay mejor amigo que un perro. Sin robarle amor a nuestros amigos de cuatro patas, nosotros nos alineamos más con lo que decía Ernest Hemingway: “jamás habrá amigo más fiel que un libro”. Y de hecho los días de confinamiento vinieron para confirmarnos este punto, ya que muchos de nosotros nos volcamos en la lectura. Desde entonces los índices de consumo de libros han aumentado e incluso hemos incorporado nuevos formatos como el audiolibro a nuestros hábitos. La lectura ha sido nuestra forma de evasión con mayúsculas. Porque un libro nos permite ampliar nuestros horizontes, sin importar dónde o con quién estemos.
1) Aumenta nuestra inteligencia emocional
A través de los libros conocemos a personajes de personalidades muy distintas. Algunos pueden ser más parecidos a nosotros; otros, menos. Pero leyendo los hechos desde su punto de vista aprendemos a ponernos en su piel, a ver las cosas con otros ojos, y esto aumenta nuestra empatía y nuestra inteligencia emocional. Esta mayor capacidad para ver las cosas desde una perspectiva distinta, claro, no la aplicamos sólo cuando leemos sino que se acaba extrapolando a nuestra vida diaria. ¿Nada mal para un libro con el que sólo pretendíamos entreternos, no? 😉
2) Mejora nuestro vocabulario
Seguro que te ha pasado. Dar con una palabra que necesitas buscar con el móvil mientras lees porque, en efecto, no te suena para nada. Puede ser que no siempre nos detengamos a buscar cada palabra con la que nos topamos pero las vamos acumulando y deduciendo su signficado por contexto. Y a la siguiente vez que nos sale al paso, ya no nos resulta tan extraña.
Lo mismo pasa con expresiones propias de un gremio (al que pertenece la protagonista del libro, por ejemplo, si es una costurera), expresiones de otra época o incluso palabras que sabemos perfectamente qué significan pero que sólo estamos acostumbrados a verl en el registro escrito… no las usamos en nuestras charlas habituales. A base de leer a diario todas estas expresiones acaban por formar parte de nuestro vocabulario habitual y tenemos muchos más recursos para expresarnos.
3) Potencia nuestra cultura general
Este es un efecto colateral maravilloso por ejemplo de las novelas históricas. O de los biopics sobre estrellas o movimientos culturales. Al abrir la cubierta del libro entramos a un universo que nos es del todo desconocido. De la mano de la novela y de sus protagonistas caminamos por ese paraje y, poco a poco, capítulo a capítulo, vamos conociendo las singularidades que conforman ese lugar o esa etapa histórica.
Y qué maravilla es poder soltar alguna de esas anécdotas, curiosidades o hechos históricos después cuando estemos teniendo una conversación informal con amigos. ¿Verdad o no?
4) Es el mejor apoyo a nuestra ortografía
Ehem. Seguro que no te ha pasado eso de estar enviando un whatsapp y tener ese momento de duda acuciante: ¿pero iba con “v” o con “b”?. Y claro, nadie quiere quedar mal, pero la memoria en ocasiones es frágil. Por eso un método increíblemente bueno para mejorar nuestra ortografía sin que nos demos ni cuenta es leer. Y hacerlo de forma habitual.
Porque estaremos viendo página tras página la forma correcta de escribir nombres, expresiones, incluso formas distintas de estructurar las frases. De esta forma y de un plumazo estamos trabajando tanto la corrección como el estilo. Y sin esfuerzo.
5) Nos desestresa
¿No te pasa que cuando acaba el día estás harto/a de pantallas, de e-mails, de gestiones, hasta de series? Y lo único que te apetece es estar solo, desconectar, tener un momento para ti y para bajar revoluciones. La lectura es el compañero perfecto para estos momentos, porque nos permite seguir disfrutando de la quietud y el silencio y a la vez nos transporta allá donde queramos, lejos de las obligaciones.
¿A dónde te apetece viajar hoy: a un mundo de fantasía o a un romance de época?
6) Hace que usemos la imaginación
Vamos aquí con un debate de los que más pasiones despierta: ¿eres más de esperar a ver la peli, o prefieres leer primero el libro? Aquí cada uno puede elegir su mejor opción pero si hay un argumento común entre los que prefieren leer el libro es que la lectura les permite imaginarse los personajes a su manera, visualizarlos como quieran, pintar en su mente los escenarios y desarrollar en su propia cabeza la historia mientras avanzan los capítulos. En una palabra: imaginación.
Si bien el mundo audiovisual es muy atractivo y magnético, el mundo de la imaginación es mucho más libre y creativo y nos permite ser pequeños dioses de aquello que estamos leyendo. ¿Se puede pedir algo más?
7) Refuerza nuestro compromiso y fuerza de voluntad
Y aquí vamos directos a la cuestión del hábito. Porque hay muchas cosas que nos gusta hacer pero al final las horas de un día son limitadas y, las obligaciones, exigentes. Por eso es muy positivo que seamos capaces de hacer hueco en nuestro día a día para esos hábitos que nos hacen disfrutar y sentirnos bien.
Porque no sólo estaremos disfrutando de esa aventura literaria que nos tiene enganchadísimos… sino que si conseguimos leer día tras día estaremos reforzando nuestra fuerza de voluntad y nos sentiremos satisfechos con nosotros mismos, igual que cuando conseguimos ir durante meses al gimnasio sin que nadie ni nada nos rompa el hábito.
Con una ventaja añadida: tras leer, no vas a acabar ni sudado ni con agujetas, jeje.
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